Ángel Peña Palomino único puertopadrense que vive sin riñones.
Reporte de la periodista Karina Zayas Rodríguez:
El colectivo de la sala de Nefrología del hospital general docente Guillermo Domínguez López, de Puerto Padre, exhibe resultados significativos, que avalan el quehacer de un equipo de profesionales, en busca de la supervivencia de sus pacientes, un ejemplo de ello lo es sin duda el caso de Ángel, único puertopadrense que vive sin riñones.
Ángel Peña Palomino. |
Seguramente usted coincidirá conmigo y al igual que yo preguntará ¿cómo es posible que un ser pueda vivir sin sus dos riñones?
La doctora Yomara Diéguez Ricardo especialista en Nefrología y Jefa de la sala en ese centro asistencial de la salud dijo a Radio Libertad que solo existen dos formas en las cuales el paciente puede vivir sin riñones: uno es con tratamiento hemodialítico y el otro es con trasplante renal, pero Ángel, dijo la doctora, no es tributario al programa de transplante por varias patologías que tiene asociadas solo puede vivir bajo el método hemodialítico.
La doctora Yomara Diéguez Ricardo especialista en Nefrología y Jefa de la sala en ese centro asistencial de la salud dijo a Radio Libertad que solo existen dos formas en las cuales el paciente puede vivir sin riñones: uno es con tratamiento hemodialítico y el otro es con trasplante renal, pero Ángel, dijo la doctora, no es tributario al programa de transplante por varias patologías que tiene asociadas solo puede vivir bajo el método hemodialítico.
Una historia singular viven Ángel y su familia, su hija, cuenta sobre la enfermedad y cómo sobrevive su padre después de la nefrectomía que le produjo la extracción de ambos riñones, primero uno en el 2014 y el otro en el 2015. Agradece a su vez a médicos, enfermeras y a todo el personal que cada día asistió y asiste a su padre, gratitud que refleja en el rostro y en sus palabras entrecortadas.
En el tratamiento para reemplazar la función renal a sus 69 años, el puertopadrense Ángel Peña Palomino apuesta por seguir viviendo, un día sí y uno no dice practicarse la hemodíalisis, afirma sentirse bien y contar además con una familia maravillosa.
Una enfermedad que depende de la conexión de por vida a las máquinas dializadoras, no detiene su deseo de existir, es Ángel esa muestra de la grandeza del sistema de la salud cubana, donde la lucha a favor de la vida, sea cual sea el camino es la mayor virtud y el más grande desafío.
Post a Comment