Franger Reynaldo: "en Puerto Padre nací y a Puerto Padre volveré cada vez que sea necesario, hasta la última instancia.
Tomado de la cuenta personal en facebook, del periodista, narrador y comentarista deportivo y realizador radial, Yordanis Rodriguez Vega y editado por José Luis Pérez Parra.
Hay mucha confusión en Cuba respecto a si
el reconocido mánager y teórico del béisbol nacional, Franger Reynaldo
Balbuena, es natural de Santiago, de Guantánamo, o de Las Tunas, sin embargo,
él lo deja claro en cada espacio público: “… yo me formé como entrenador en
Santiago, trabajé en Guantánamo, trabajé en Las Tunas…pero yo soy de Puerto
Padre. Este es mi pueblo, donde nací, crecí… y detrás del leff fil, tengo la
casa de todos, (se refiere al Cementario Municipal que se ubica al fondo del
estadio Hermanos Ameijeiras, de la ciudad puertopadrense) y nunca olvidaré esto
que estoy diciendo: en Puerto Padre nací y a Puerto Padre volveré cada vez que
sea necesario, hasta la última instancia”
Tal y como la hace ahora, vuelve a su Puerto Padre querido para, además de visitar a su familia, amigos y compañeros de otroras equipos del oriente cubano, traer a su pueblo, la última publicación impresa de su autoría, titulada:Contratos del béisbol profesional norteamericano. Negocio o posibilidad de llegar a las Grandes Ligas, del cual dijo el también, Máster en Metodología del Entrenamiento Deportivo, "Se trata de una obra de carácter instructivo e informativa dirigida a peloteros, directivos, periodistas, cronistas deportivos y lector general que desee conocer sobre la pelota profesional por continentes, en particular de las Grandes Ligas Norteamericanas, escenario poco conocido por los cubanos"
El texto de 10 capítulos, fue presentado este domingo en horas de la mañana en
la Sala de Historia del estadio Hermanos Ameijeiras. Previo al momento, en el
lobby de la instalación deportiva le recibieron, con un abrazo espontáneo,
viejos amigos como Oscar Suárez, Ángel Chichi Villegas y Regino Chapman; enseguida
comenzaron a revivirse anécdotas de la infancia, de aquel niño que soñaba con
ser pelotero y que al de cursar el tiempo se convirtió en referencia para
directores cubanos y en una voz autorizada en cualquier latitud, cuando se
habla del deporte de las bolas y los strikes.
“Yo recuerdo de mi infancia, contó
Franger, cuando me sentaba en los 2 banquitos, en la Avenida de la Libertad,
donde hace 4 esquinas. A mi memoria acuden ahora, cuando discutían aquellas
personas que nosotros admirábamos y respetábamos tanto, personas que ya en la
mayoría no existen como Langue, El Galleguito, Buchá, Ponqué; todas aquellas
personas que se reunían para hablar de béisbol, hablar de jugadas, ahí fue mi
primera escuela, aprendiendo de los que sabían de béisbol. Luego veníamos al
terreno; Oscar Suárez entrenaba los equipos de la primera categoría, yo veía a
Ángel Villegas, a Monchi Gisbert, a Hárrigan; veía al Pibe Zaldívar pitchar y
yo trataba de imitarlos…mi ejemplo, y lo voy hacer público hoy, siempre fue
Oscar Suárez. Cuando yo veía que Oscar Suárez se paraba a batear, yo iba a mi
casa y me ponía frente al espejo y me ponía a ser lo mismo que hacía Oscar. Y agregó
a su confesión: Mi físico, no me acompañaba, era delgado, no tenía fuerza, pero
tenía una voluntad de ser pelotero que nunca lo podré olvidar¨
Unos 30 minutos de historias
como estas, marcaron el preámbulo de la presentación del libro: Contratos del Béisbol Profesional
Norteamericano. Negocio o posibilidad de llegar a las Grandes Ligas, obra
que atesora elementos acerca del surgimiento y desarrollo del béisbol
profesional en Estados Unidos, su llegada a otros continentes, sistema de
selección de los atletas, academias, contratos, pagos, y otros asuntos de gran
novedad para la afición y presencia de especialistas cubanos.
El prólogo es de Reynaldo Taladrid, periodista y analista de la Radio y la Televisión cubanas, en el cual se recoge también una dedicatoria a la memoria de Teófilo Stevenson, con argumento fundamentado por Franger, al expresar: Fuimos amigos desde la infancia, los dos queríamos ser peloteros, él fue un gran boxeador y yo entrenador deportivo. Un día me dijo: ¨Si quieres ayudar a la pelota, escribe todo lo que sabes, los que no te quieren oír te van a leer. ¨
Con esa premisa, Franger comenzó a escribir, y desde hace varios años cumple con Teófilo y con el béisbol. Basta mencionar que es autor de títulos como El bateo y la técnica, Panamá, 1996; Tendencias actuales del entrenamiento deportivo en el béisbol, La Habana, 2007; Del Béisbol casi todo, Panamá, 2001 y La Habana, 2016; y Contratos del Béisbol Profesional Norteamericano, negocio o posibilidad de llegar a las grandes ligas, La Habana, 2017.
Una hora y 40 minutos transcurrieron en la Sala de Historia del
estadio,, Hermanos Ameijeiras de la Villa Azul. Entre anécdotas, preguntas y
respuestas el tiempo se fue de jonrón.
Franger dedicó un libro a cada uno de los presentes y dejó otros para aquellos que no pudieron llegar al encuentro y aprovechó la ocasión para anunciarle a sus coterráneos, el proyecto que tiene en desarrollo: un texto sobre la Sabermetría, el cual se titulará: La sabermetría para el béisbol cubano.
Sobre
esta ciencia que estudia el verdadero rendimiento del atleta, solo existen 4
bibliografías en idioma inglés y este que gesta para convertirse en el primero
en habla hispana.
Antes
de despedirse de su gente, la prominente figura del béisbol, el hijo de Puerto
Padre, Franger Reynaldo Balbuena, confesó: he tenido presentaciones de libros
en la Feria Internacional, en recintos llenos de personas…pero esta de aquí,
con los amigos de mi pueblo, ha sido la mejor. Muchas gracias.
Fuimos compañeros de estudio en el Fajardo, en Topes de Collantes, curso 1971-1972. Siempre fue un estudiante aventajado, en todas las asignaturas, aunque recuerdo que por entonces practicaba también esgrima.
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