Rodrigo Paz Martín: “Soy como esos futbolistas argentinos o brasileños que sueñan terminar su carrera en el Club que comenzaron”

Su nombre era muy escuchado en Puerto Padre, tal vez, llamarse como su padre influía en ello, pero comenzó a construir su propio pedestal, pienso, cuando vistió su traje de médico y llegó a formar parte del equipo de intensivistas del hospital, Guillermo Domínguez López.

Ya con un nombre reconocido, sus historias se multiplicaban rápidamente en el pueblo, y es que inconforme con la realidad que vivía el país (primeros años de la década del 90, período especial) decide emigrar como una gran mayoría. Se echó a la mar con su familia en más de una ocasión, más la buena fortuna no le acompañó y así comenzó a vivir una etapa en la que conoció los amargos sabores del extremismo, la oscuridad del encierro, el desespero familiar, pero también, de la firmeza de amigos y de gestos de tolerancia, posibles aún desde escritorios donde se toman importantes decisiones.

Finalmente, salió de Cuba en avión con destino a Colombia; más tarde, se le uniría su familia. Ha desandado los casi “normales” atajos de todo inmigrante: desconciertos, carencias, riesgos y a todo ello sumada la infaltable nostalgia.

Casi al borde de los 25 años como emigrante y ya con una vida estable en Girona, provincia catalana de España, estoy frente a él. Ya no es aquel joven, hay canas que delatan el paso de los años. Tiene en su voz algo del acento español, pero sigue siendo el hombre pragmático, honesto consigo mismo, amigo de sus amigos y excelente anfitrión.

En casa del doctor, Rodrigo Paz Martín, en Girona, España, viví las horas que necesitaba porque ya mi espíritu requería sentir la cubanía de cerca y siendo de Puerto Padre, más aún. Lejos de todo protocolo nos hizo sentir tan cómodos que parecía como si nos hubiéramos conocido de siempre.

En cuanto me invitó, le dije: con gusto, pero con una condición, que me respondas unas preguntas para los seguidores de Un Puente desde Puerto Padre. Aceptó y hoy estoy seguro que muchos se alegrarán de este acercamiento a una de esas personas que llegó al mundo para ser recordada por cuantos le conocen, el puertopadrense doctor, Rodrigo Paz Martín.

¿Cómo se lleva estar a miles de kilómetros de la familia, dejar de asistir a momentos trascendentales que pueden ser felices o de desgracia?

Fatal, estoy muy lejos; de Girona a Las Tunas hay 7643.8 km, súmale 52 más a Puerto Padre, imagínate. Mis hijas crecieron muy lejos de personas a las cuales cuando pequeñas querían mucho y en estos 24 años que llevamos fuera de Cuba no son muchas las veces que las han visto.

Mi madre murió y no pude estar a su lado en sus últimas horas. Muchas cosas más.

¿Por qué emigraste?

Una historia muy larga. Una decisión muy difícil de tomar. Unos cuantos amigos se habían ido y entre el embullo y la realidad tomas la decisión.

Llama la atención el destino que escogiste para ti y tu familia, España. ¿Por qué no Estados Unidos que es lo más común?

Cosas del destino. La idea inicial era Estados Unidos pero el destino   nos llevó a Medellín, Madrid, Girona.

¿Cuáles fueron algunas de las dificultades que has tenido que sortear para acoplarte a esta sociedad tan diferente a la cubana?

La burocracia de trasladarse a vivir de una parte del planeta a otra, he sido inmigrante dos veces. Siempre he pensado que si hay extraterrestres no han contactado con nosotros los humanos porque nos ven muy estúpidos. Si para los terrícolas hay tanto papeleo, embajadas, cónsules, consulados, sellos, gastos y trabas, imagínate para ellos. El acople a la sociedad donde vives no es difícil, no vengas a inventar que ya todo está inventado.

¿Qué aspectos de la cultura española te gustan o admiras y cuáles te hacen recordar a Cuba?

El futbol, el medio donde trabajo, el desarrollo, que hay espacio para todos. No necesito cosas para recordar a Cuba porque siempre la recuerdo, mi gente, mi ciudad, mi barrio, los amigos, los colores, los olores, los sabores.

Te graduaste de médico en Cuba, viniste a España y ejerces como médico; ¿cómo lograste encaminar tu destino profesional este país y a qué costo?

Hice todas las homologaciones y legalizaciones pertinentes, demuestras de lo que eres capaz, te prueban y si das la talla encuentras tu sitio.

El costo es muy grande, has abandonado tus raíces, tienes que empezar un nuevo camino con nueva gente, nuevas costumbres, nuevo país y nuevas cosas.

En Puerto Padre, en toda Cuba, ahora mismo hay muchos buscando una vía u otra para emigrar. A partir de tu experiencia, ¿qué les dirías a los que piensan en el destino España?

Que cualquier decisión que tomen la piensen, que miren sus ventajas y desventajas y que NO se vayan a cualquier lugar ni a cualquier precio. Primero averigüen hacia donde van.

Joan Manuel Serrat, el cantautor catalán, dice en una de sus clásicas canciones “no me siento extranjero en ningún lugar; donde haya lumbre y vino tengo mi hogar”. ¿Está de acuerdo, Rodrigo Paz, con ese concepto o te has planteado volver a Cuba alguna vez?

Esa canción es un poco romántica, todo en la vida tiene su romanticismo hasta las guerras. Siempre serás extranjero, uno es de donde uno nació, a mucha honra, aunque no te guste tu barrio, pero naciste ahí. Si vives en Grecia no suena bonito: él es cubanogriego, suena más bonito el cubano, ¿no?

¿Sueñas con frecuencia con Cuba?; ¿Cómo es la Cuba de tus sueños? 

Soy como esos futbolistas argentinos o brasileños que sueñan terminar su carrera en el Club que comenzaron. La Cuba de mis sueños se parece a Munich, Alemania.