Un piano, una aula, una escuela están de luto en Puerto Padre: murió Felisa Barbero Bolaños
Felisa Barbero Bolaños tocaba el
piano en su aula de preescolar y toda la escuela caía en un dulce embrujo y los
chicos de otras aulas corrían a las ventanas a ver tocar a aquella pedagoga
dotada de un sentimiento muy musical.
Hoy el piano calla: Felisa ha
muerto. Hay lágrimas no sólo en Cuba, sino también en España, donde está, desde
hace muchos años, buena parte de su familia, esa que mensualmente recibía sus
cartas a través del correo postal porque para ella nunca hubo distancia.
Casualmente, este 14 de junio, cuando sus ojos se cerraron para siempre, allá a
Valladolid llegó una sus misivas, me comentó a través del chat con profundo dolor,
Rosa Barbero Alonso, una de sus sobrinas, que la visitó siempre que pudo y hoy
se lamenta al decir: No me dio tiempo de volverla a disfrutar
y a abrazar.
Al dolor de
Arturo, Pilar y de María (chicha), sus hijos, al de sus nietos, hermanos, sobrinos y
demás familiares, se une hoy mucha gente en Puerto Padre, porque fueron muchas
las generaciones que llegaron a la escuela, acompañadas por las notas que
sacaba al piano, Felisa Barbero Bolaños, la maestra de preescolar durante
muchísimos cursos, en las SIETE aulas y la muy reconocida maestra del instrumento en este territorio.
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