Festejos que movilizan.

Por Luisa Céspedes, desde Austin, Texas, especial para Un Puente desde Puerto Padre.

El Puente hace acompañar este material con imágenes del carnaval infantil del año pasado. El del 2014 tendrá lugar el jueves que viene.

En cuanto anuncian la fecha del carnaval el júbilo se adueña de cuanto poblador habita la Villa, verde azulina y más allá!. Por la voz de Radio Libertad llega la noticia a todos los rincones de los campos, como gran acontecimiento que es. Llegan días para encontrarse con viejos amigos, de reunirse los vecinos, y la familia, de bailar codo con codo, de andar las calles, desde que amanece hasta que oscurece olvidando cuantas urgencias existan; de tal modo, los preparativos en las casas no se hacen esperar: qué lucir durante esas 4 noches de luces, músicas, colores y risas!.

De los pueblitos aledaños cómo llegar al gran convite?: cosas que siempre tienen solución, sin dudas! Y que decir de Puerto Padre y la comisión en cuyas, cabezas hombros y extremidades descansa la responsabilidad de que todo, absolutamente todo, salga bien y el pueblo quede complacido. Inicia, entonces, un gran movimiento e imagino muchas reuniones para determinar qué grupos musicales y artistas contratar, como serán el show, las carrozas y sus bailarinas, las comparsas y los congueros, vestuarios y coreografías. Horas de ensayos. Hombres y mujeres engalanando las calles, armando kioskos y qué vender el ellos. Oh! todo un jolgorio que anima el alma, hasta la médula. Qué maravilla!.

Desde cualquier otra orilla del mundo estaremos los de la diáspora, los que no podremos estar allí porque por una razón u otra decidimos un día partir. Acá estaremos añorando bajar descargando Avenida abajo, ser parte de una cola en un termo y hasta recibiendo un pisotón en el nudo que se arma en la esquina del Quijote por la cantidad de gente que se agrupa allí. Porque todo tiene un significado que se refleja en el corazón desde la lejanía. Pero tenemos una solución: es desear fervientemente que los nuestros tengan la mejor de las fiestas, que nuestros hermanos, vecinos, amigos, puedan disfrutar a sus anchas.

Sí, los puenteros, los que muchas veces bailamos bajo las lluvias que siempre abrazan el carnaval de Puerto Padre, no estaremos es cierto, pero por suerte desde hace casi un año tenemos un Puente ¡Un Puente desde Puerto Padre!, el paso que permite la cercanía, el lugar en la red que nos inyecta vida porque nos transporta, nos acerca, nos lleva a Puerto Padre. Estoy segura: veremos y sabremos de los festejos que bien merece nuestro pueblo porque en la Villa y recordando al gran Formell: los carnavales… ¡De que Van Van!.