El Bodegón del Negro en Puerto Padre ( + galería)


Elías Glassen en su Bodegón.

Al atravesar la vivienda de Elías Glasen terminas descubriendo un mágico patio: Allí en el centro está La Bodeguita del Negro, con todo su encanto.

Un puente desde Puerto Padre les acerca hoy a la obra de alguien muy conocido en Puerto Padre por sus años como profesor de Educación Física. ¿ A cuántos no nos impartió clases, Elías Glasen?. Hoy “el profe” se dedica a hacer vinos. Les invito a ser testigos del diálogo que con él sostuve.

Puente: ¿De master en Actividad Física Comunitaria y profesor de Educación Física a vinicultor?.

Elías: Realmente para enriquecer los conocimientos ya de antaño, quise dedicar ese tiempo libre de mi jubilación, en crear vinos artesanales.

Puente: Su vino recibe excelentes críticas de quienes lo consumen, a pesar de que en Puerto Padre hay otros productores y vendedores de vinos. ¿Cómo ha conseguido esto en tan poco tiempo?

Elías: En realidad en diferentes actividades del barrio y del municipio muchas personas han probado el vino que yo fabrico y lo han bautizado como un vino de excelencia y de sanidad para las personas que lo ingieren.

Puente: ¿Es rentable producir un vino con una elaboración tan minuciosa en los tiempos que corren?

Elías: Sí es posible, depende más de los subjetivo que de lo objetivo. Si la obra de hace con pleno amor, se puede lograr ese resultado.

Puente: Es cierto que hace un vino espumoso, tipo Champaña?

Elías: Intenté un experimento y he quedado sorprendido cuando pude lograr esa fórmula que salió de la nada, pero realmente logré ese tipo de vino.

Puente: ¿Y la producción? ¿Alcanza niveles para una alta demanda?

Elías: En realidad mi producción es con fines de sufragar necesidades del barrio, los vecinos, cumpleaños familiares. En realidad no busco tanto mejoras económicas, sino contribuir con la recreación y el bienestar del barrio y la familia.

Puente: ¿Cree que los productores vendedores de vino, en Puerto Padre, tienen apoyo gubernamental, tal vez, como el espaldarazo que hoy reciben los artesanos?

Elías: Considero que era de que le dieran una atención especializada a aquellas personas que tienen esa creatividad de elaborar vinos, donde se le ubicara un lugar o una fábrica local para que el municipio de Puerto Padre tuviera un lugar fijo para la oferta del vino puertopadrense.

Puente: Como vinicultor crees que Puerto Padre pueda a llegar a tener un vino propio?

Elías: Creo que estamos en condiciones de que Puerto Padre tenga un vino que lo identifique como el vino de la Villa Azul de Puerto Padre, un vino semi-dulce que sea de la aceptación de todo el pueblo.

Puente: Al traspasar el umbral de tu vivienda descubrimos La Bodeguita del Negro, un patio muy original que hoy mostramos en imágenes. ¿Obra tuya también?

Elías: Mi idea original con el patio es dar un mensaje a los visitantes de las diferentes situaciones que puede pasar el hombre a través de la vida y como pueden reflexionar en torno a ellas. Todo mezclado con tras frases jocosas, de tono humorístico. También mostramos parte de cultura de Puerto Padre como podrán apreciar. Tengo un rincón con una galería de fotos con parte de los músicos de la familia, encabezado por nuestro abuelo, Joseíto Guerra que fue uno de los primeros timbaleros que tuvo Puerto Padre, y la nueva generación: Dean de la Peña, Jorge Luis Glasen, Dean Manuel, Dionisio García, Yinet García, Tico, que en estos momentos se encuentra en España.

Puente: Dónde puenteras y puenteros, en caso de llegar a la Villa Azul pueden encontrar los vinos de Elías Glasen?

Elías: Pueden localizar con el nombre de La Bodeguita del Negro, en Bartolomé Massó 167 o llamar al teléfono: 51 60 93.

Recientemente vinieron unos canadienses y la pasaron de lo mejor aquí con nuestra familia, tanto que en 2016 piensan regresar; al igual que Maruchi, una española que vino a Puerto Padre y quedó encantada.

Y encantado salió el Puente del patio de Elías Glasen con La Bodeguita del Negro y toda la original creación que envuelven a sus días de jubilado. Mucha suerte le deseamos al profe, ahora vinicultor, en este proyecto que tiene más de contribución social que de beneficio económico particular.