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Desde Puerto Padre a la cultura nacional.


Hoy es Día de la Cultura Nacional y nada mejor que el homenaje, desde lo nuestro, a tan significativa fecha. Para hacerlo escogimos a la figura de Emilianito Salvador, más cuando el venidero 22 de octubre se cumplirán 23 años de su prematura muerte.
Por sus dotes de excepcional pianista y su manera original de tocar, Emiliano Salvador se ganó un merecido sitial entre las figuras más encumbradas del denominado jazz latino.
Su maestría como intérprete del jazz fue reconocida en muchos países por los cuales paseó su arte, entre ellos España, Francia, Italia, Alemania, la antigua Unión Soviética, Holanda, Canadá, México, Colombia y otras naciones de Europa y América, donde sus discos han sido ampliamente difundidos.
En 1980 tuvo el honor de ser el primer latinoamericano que participó en el concierto "Pianísimo", del prestigioso Festival de Ottawa, Canadá, al cual asisten los mejores tecladistas de jazz del mundo.
La plaza cultural erigida en 2007 para rendirle tributo en su natal Puerto Padre, ciudad conocida como Villa Azul de los Molinos, constituye un merecido homenaje a una figura emblemática de la música cubana. También se realiza cada diciembre el Festival del Creador Musical, Villa de los Molinos, Emiliano Salvador In Memorian y desde hace algunos años, por esta fecha, tiene lugar la jornada: Las manos y el ángel, cuya edición de 2015, tuvo lugar el pasado fin de semana.
Por primera vez y a través de Un Puente desde Puerto Padre, la familia Salvador, residente en los Estados Unidos llegó a este evento a través de un mensaje que ahora reproducimos para todos los puenteros:
El Puente da lectura al mensaje de la familia Salvador.
Queremos agradecer a los organizadores de este evento el legítimo reconocimiento que se le concede a la vida y obra de nuestro querido Emilianito en su entrañable Puerto Padre, ciudad donde creció bajo la tutela de sus padres y de una familia unida, donde hizo amigos para toda la vida y donde se inició como músico profesional cuando aún no alcanzaba su adolescencia. … Y decimos legítimo reconocimiento porque todo aquel que haya conocido a Emi sabe que ni la distancia, ni sus compromisos, ni sus éxitos fueron motivos o disculpas para olvidar sus raíces, su terruño Puerto Padre, donde construyó los cimientos de su vocación musical y, sobre todo, los principios de su actitud ante la vida.

Nos emociona compartir con ustedes estas sencillas palabras de gratitud, como lo hubiera expresado el propio Emi, en este momento de recordación a su talento, a su obra y a su memoria. En nombre de toda la Familia Salvador Gracias a todos.
Los aplausos estallaron tras la lectura del mensaje por El Puente en la sede de la UNEAC villazulina porque Emiliano Salvador es  un orgullo de la cultura de Puerto Padre, que engrandece la cultura nacional.

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