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Vuelven peces a la bahía de Puerto Padre (+galería)

Luego de más de 100 años de recibir la agresión humana, la bahía de Puerto Padre, en la costa norte de la provincia de Las Tunas, es parte de una iniciativa cubana para el saneamiento y rehabilitación de estos ecosistemas.
Según informa la AIN, el programa de conservación contempla un estudio para determinar los niveles de contaminación, la eliminación de las ilegalidades en las zonas costeras, el enfrentamiento a la tala indiscriminada, la pesca y caza furtivas, la reforestación de los manglares y mejoras en el tratamiento de los residuales.
La bahía es un ecosistema que ha sido sometido a la presión de las poblaciones costeras de Puerto Padre, Chaparra y Delicias, explicó a la agencia de noticias Elber Torres, delegado en Las Tunas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Desechos sólidos y líquidos del Combinado Cárnico Gerónimo Astier, de la Empresa Azucarera Antonio Guiteras, y de los hospitales Raymundo Castro y Guillermo Domínguez, encontraban hospedaje en la bolsa de agua salada. Allí también iban a parar desperdicios de alimentos, ramas, latas y cuanto objeto estorbara en el camino.

Tanta irresponsabilidad social inscribió a nuestro pedazo de mar entre los ocho más contaminados de la nación, desaparecieron especies marinas propias de la región y el agua que un día fue cristalina se vistió de gris.

Pero, la indolencia tuvo su respuesta, la mayoría que bien valora las riquezas de la naturaleza apeló a todos los recursos para revertir la triste situación: consultas jurídicas, creación de proyectos de conservación de la biodiversidad, círculos de interés, sociedades científicas y construcción de sistemas de tratamiento de residuales, son algunas de las acciones que ejemplifican el desempeño de los puertopadrenses bajo la pupila orientadora de la representación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en el territorio.

Después de un quinquenio de sostenido trabajo las aguas del Atlántico que bañan nuestras costas comienzan a lucir su óleo verde azul y vuelven a observarse en la superficie de la gran sabana el inquieto nado de peces, tanto es así que poco a poco también retorna la práctica de la pesca recreativa en nuestra ensenada.

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