Puente: Austin-Miami-San Antonio en Puerto Padre.

Por Luisa Céspedes.

De su campo, sus cantares.. Imagino que desea expresar el joven en su pagina lo que llamó mucho mi atención por la sencillez y modestia conque muestra la cotidianidad de su campo, que, es mi campo!...

Antigua Escuela San Antonio

Allí, plasmada en imágenes esta la escuelita, la nueva escuelita pintada y cercada a la que cada día acuden, de lejos y de cerca los niñas y niños a cultivar sus mentes, a través de sus sencillos maestros y tal vez sus gastados libros, ¡Qué maravilla!!. En la vieja escuela muchas veces yo, me senté.

Tienda de San Antonio

¡Allí está la tienda! Y veo el rostro de los viejos tenderos que, con simpatía, atendían a su clientela. Gente de todos los rincones campestres y hasta citadinos. Allí tras el mostrador aun están mis tíos, ¡Luz para algunos de ellos!

¡Salud para la gente que vive en aquel terruño!; la carismática y noble tía Nelba.

Círculo Social

Allí está el circulo social, reconstruido no se cuantas veces a causa de lo estragos del tiempo y los ciclones. Sencillo espacio para la recreación, siempre dispuesto para cualquier festejo. ¡Cuántas generaciones han bailado, reído, o se han reunido a jugar domino! Muchas! Ahí bailé!..

Transporte hacia San Antonio

Aun! entra el viejo y destartalado camión que transporta a los pobladores hasta el pueblo, Puerto Padre. Como desde los viejos tiempos, hay que acudir a la ciudad para satisfacer necesidades que no se encuentran en San Antonio ni en otros sitios aledaños. ! Qué jubilo cuando llega el transporte! Que pena cuando hay que regresar a las casa con la carabina al hombre porque, no llegó! Lo viví!

 Allí están los viejos caminos andados, los legendarios algarrobos testigos de muchas historias, los viejos amigos o solamente conocidos, sus rostros? marcados por las huellas de los años, otros, jóvenes, desconocidos antes mis ojos, no los vi crecer. En aquel campo bebí aguas de sus pozos fértiles.

Por todo eso doy gracias a Jose Ángel Vivar quien modesto y humilde me ha permitido recordar esas fuentes, aún cuando estoy tan distante como en Austin.

 Para los sanantonieros ausentes, el cariño de Luisa Céspedes, a través de Un Puente desde Puerto Padre.